Candelaria Sánchez Corniel, colaboradora EMH: “Después de Dios y mi Familia, ISFODOSU es lo mejor que me ha pasado en mi vida”

por Rafael Paulino
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Candelaria Sánchez Corniel es conserje del área de servicios generales en el Recinto del ISFODOSU especializado en Educación Física, en Santo Domingo, Eugenio María de Hostos, EMH.

Se define a sí misma como una madre fiel amante de sus hijos, de su familia y de sus nietos, Candelaria Sánchez Corniel, labora en el servicio de conserjería en el Recinto Eugenio María de Hostos de ISFODOSU, en Santo Domingo.

Nació en 1959 en Cabarete, Puerto Plata, donde creció al lado de sus padres, con sus 3 hermanas y sus abuelos. Hereda de su padre el amor a la iglesia cristiana y al estudio bíblico. Creció cercana a la fe evangélica, absorbiendo gran parte de la doctrina que le formó en el cristianismo. Agradece a su papá por haberle inculcado ese amor a Dios.

Siendo cibaeña, humilde, servicial, por supuesto, se autodefine como “aguilucha desde chiquitica”. Desarrolló sus estudios primarios en su natal Cabarete y posteriormente, a los 18 años de edad, se trasladó a residir en Santo Domingo. Aquí cursa el cuarto grado de bachillerato en la Escuela Fray Cipriano de Utrera.

Temporalmente residió también en el sector Los Mina y el Ensanche Ozama, en el actual municipio Santo Domingo Este.

Es madre de Hislaine, Manuela y Samuel, sus tres hijos, quienes le han concedido la gracia de convertirse en abuela en 6 ocasiones.

Disfruta de su casa, y de las plantas que allí tiene, ya que, según nos dice “le recuerdan al ambiente en su campo”.

Ingresa a laborar en el comedor de la universidad, en el EMH, en el año 2012. En enero pasado cumplió 12 años de servicio en la academia, de forma ininterrumpida, un trayecto en el que cuenta ha conocido a mucha gente buena.

“Pienso que la gente aquí me ha tratado bien, mucha gente me quiere”.

Reconoce que, con respecto a algunas situaciones de salud que ha experimentado en algunos momentos, la institución le ha dado un espaldarazo, y destaca que “las autoridades han sido muy consecuentes, aunque sé que yo a lo que vine fue a trabajar aquí”.

Doña Ángela, como todos la llaman, reconoce que en el ISFODOSU, le llena de alegría ver cómo los estudiantes llegan con muchas dudas, y que tras varios años logran graduarse y conseguir su título.

Sobre su trabajo define en pocas palabras que “después de Dios y mi Familia, ISFODOSU es lo mejor que me ha pasado en mi vida”.

Vincula estrechamente a ISFODOSU con las mejoras en su vida como la estabilidad laboral y la tranquilidad de contar con un entorno de trabajo con muchos compañeros cercanos.

Entre sus experiencias en el desempeño de su trabajo, destaca que los estudiantes siempre le saludan en la calle y destaca la amabilidad.

Franthely Pacheco Guerrero 

 

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