Oriundo del distrito Guayabal del municipio Puñal en Santiago, Jandy Cepeda Disla define su niñez con dos palabras: deporte y arte, porque desde pequeño jugaba baseball con sus amigos en los patios de las casas, luego una liga y también se enfocó en cantar. Cuenta, que el apoyo y cariño siempre estuvieron presentes en su hogar en todo momento. Realizó los estudios primarios en la Escuela Básica de Guayabal y los secundarios en el Liceo Ana Antonia Grullón en Santiago.
“Actualmente la relación con mis familiares es muy buena y gracias a ellos le he dado un valor muy importante en mi vida a la educación, el servicio y arte. Siempre me ha interesado enseñar; vivo lo que hago, me gusta colaborar en todo lo que puedo, así que la música, el arte y teatro me impulsan”, cuenta Jandy.
Previo a culminar el bachillerato, el recinto del ISFODOSU en Santiago, Emilio Prud’Homme, EPH, hizo una visita al centro educativo donde estudiaba Cepeda, con la jornada de Puertas Abiertas y es ahí donde él muestra interés en conocer más sobre la institución.
Durante los últimos años de secundaria, Disla sintió mucha afinidad en las asignaturas de lengua española y ciencias sociales y eran las áreas donde obtenía mayor calificación en el test de prueba diagnóstica.
“Finalicé en 2013 la secundaria, pero fue en 2015 que tomé la decisión de elegir la Licenciatura en Lengua Española y Ciencias Sociales de Primaria Segundo Ciclo en el recinto EPH. La motivación de un maestro de estudiar en esta casa de altos estudios fue la señal que reafirmó mi decisión de ser maestro. Entonces esto me ayudó a decidir de una vez por todas el camino de la educación”, relata Jandy.
Mientras estudiaba en el recinto EPH, Cepeda tuvo varios momentos de dificultad, uno de ellos en la práctica docente, al padecer una crisis emocional. En ese momento, Cepeda recuerda la guía de la maestra Dania Suriel, quien se acercó y le alentó a continuar.
También los docentes Roberto Batista y José Luis Escalante, a través de sus metodologías cálidas y cercanas, hicieron que Disla entendiera que la forma de interactuar del profesor influye en el desempeño académico y personal del estudiante.
“Desde que puse un pie en el recinto EPH lo sentí como un hogar, fue algo familiar. Dirigí por un año la coral institucional y participé activamente en el grupo de redes sociales de los egresados. Vienen a mi mente lindos recuerdos de las participaciones en convivencias, donde la inclusión e integración eran evidentes y aportan experiencias maravillosas de cada uno que estuvimos ahí. Actualmente soy miembro activo del Club de Teatro de este recinto y eso me llena mucho”, dice Disla.
El docente recibió varios reconocimientos académicos, como estudiante meritorio, destacado en el teatro, por servicio, entre otros. Culminó la licenciatura en el 2019. Posee certificaciones de cursos sobre neuroética aplicada a la educación, educación para la salud, talleres de música, teatro, cine, diplomados en tecnología e innovación educativa. Se graduó además de la Maestría en Gestión de la Tecnología Educativa en la Universidad Abierta Para Adultos, UAPA. Tiene contemplado continuar su formación en las áreas de lengua española y ciencias sociales.
Hoy en día, confirma que ser egresado del ISFODOSU representa el honor académico más grande que pueda experimentar cualquier persona, porque la universidad es valorada socialmente y las personas siempre se lo hacen saber. Hoy en día, Jandy imparte docencia en el Centro Educativo Francisco Antonio De Las Nueces (Pancho), en el municipio Puñal, de su natal Santiago.
“Dedico mi tiempo libre al teatro; la música, fotografía, tecnología, la composición de versos, canciones, entre otras actividades. Puedo decir que las sonrisas obtenidas de los niños y el apoyo como ser humano que les doy es lo más gratificante para mi. Verlos crecer y desarrollarse en la sociedad, con una buena cara y sacrificio, aportando significativamente cosas buenas es lo mejor. Me identifico con la frase: Es importante disfrutar de lo simple”, comenta emocionado Cepeda.
RL