Como los grandes formadores que desde temprana edad tuvieron claro las huellas que quieren dejar en su camino al andar, Rikermin Alexis Cedeño Núñez ya sabe que quiere dar lo mejor de sí a los niños de Educación Inicial, etapa esencial en la formación de las personas.
Cuenta que su pasión por la educación nace a partir de la influencia positiva que sus docentes dejaron en él cuando cursaba la secundaria.
“Logré descubrir que los maestros son capaces de transformar positivamente la vida de sus alumnos e impulsarlos a ser cada día mejor, y me interesé por dejar huellas en otros niños, así como dejaron huellas en mí”, expresa Rikrermin con emoción.
Para el joven de 22 años, lo que la principal razón de estudiar en SFODOSU es el nivel de exigencia que tiene la institución para que todo docente, salga con una formación integral y con las habilidades que demanda el sistema educativo de hoy.
“Lo que más me ha marcado de ISFODOSU es su metodología de enseñanza y la calidad que poseen los egresados de esta universidad y, además, su preocupación e interés en contribuir a la mejora de la calidad educativa”, con orgullo expresó Rikermin.
El futuro formador está comprometido con el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje de manera creativa e innovadora, en busca de que sus estudiantes desarrollen un pensamiento crítico y que sean capaces de cumplir su propósito en la vida, y de aportar al desarrollo de una mejor sociedad.
El estudiante, que ha sidi varias veces reconocido como meritorio, comparte la idea de que los programas de formación de su ISFODOSU, dan la oportunidad de explorar nuevos espacios y de adquirir conocimientos que lo convierten en un docente innovador e integral que se adapta a las nuevas necesidades que demanda este siglo.
“Estudiar en ISFODOSU es un honor y una bendición, es un lugar donde creces, tanto en lo académico como en lo personal. Es un espacio que se convierte en la segunda casa, no solo por la permanencia en él, sino por la familia que se logra construir con el pasar de los años y las distintas vivencias”, así se expresa de su academia Cedeño Núñez.
Aunque ha tenido que enfrentar situaciones en su vida, asegura que aprendió a manejarlas sin tener que abandonar sus estudios y con la mirada puesta en alcanzar la meta de tener su título y continuar con una especialización.
“Comprendí que debía esforzarme y comprometerme con mis estudios para alcanzar el objetivo de completar mi carrera profesional y luego especializarme en el área de Ciencias Sociales”.
Es por ello que aconseja a todo estudiante a comprometerse con su formación apegada a los valores como su mejor arma, para que contribuyan con el desarrollo de nuestra sociedad y la buena convivencia social.
Para el próximo año, cuando ya tendrá sus 23 cumplidos, espera graduarse de Licenciatura en Educación Primaria, Segundo Ciclo, carrera que cursa en el Recinto de ISFODOSU en San Pedro de Macorís, Juan Vicente Moscoso, JVM.
Rikiki, como le dicen sus familiares y amigos cercanos, nació y vive en Higüey, La Altagracia, es soltero y aún vive con sus padres, pero en dos lustros que sueña con formar una familia.
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