ANTONIO JAVIER GARCÍA SENA, EGRESADO FEM “ISFOSODU me transformó en un diamante precioso capaz de irradiar luz”

por Rafael Paulino
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El señor Felipe García y la señora Cleotilde Sena jamás imaginaron que su hijo Antonio Javier se inclinaría desde su adolescencia por enseñar a los demás, un rol que actualmente desempeña en la Escuela Primaria Santo Tomás de Aquino, como profesor de Ciencias Sociales en 1ro y 2do. de Secundaria, además de realizar funciones desde el puesto de Coordinador de Registro y Control Académico.

La niñez de Antonio Javier transcurrió entre escuela, academia de música, actividades eclesiales, en el populoso sector Los Tres Brazos de Santo Domingo Este. Sus padres siempre se preocuparon porque su hermana María y él tuvieran una formación diferente, apostando hacia su desarrollo académico, personal y espiritual.

“A mis 14 años mis padres se separaron, quedando mi hermana con mi madre; a partir de ahí mi realidad cambió, pues debía colaborar con mi mamá en una cafetería que teníamos en la Escuela Domingo Moreno Jiménez. A los 17, dejé el bachiller técnico en Enfermería para poder trabajar tiempo completo, situación por la que me inscribí en el liceo nocturno”, comenta Antonio.

El crédito de su pasión por la docencia se lo debe a dos de las mujeres más importantes de su vida: su madre y su tía Rafaela, quienes fueron maestras y por ello, desde que él tenía muy temprana edad, vieron al docente que es hoy. Ellas insistieron para que se inscribiera en ISFODOSU recinto Félix Evaristo Mejía (FEM), de donde su tía es egresada.

“ISFODOSU es una casa de altos estudios donde tienes la oportunidad de crecer académica y personalmente. Es una familia donde te acogen siendo un simple bachiller para transformarte en un diamante precioso capaz de irradiar luz a todos los que te rodean”, manifestó el egresado.

García Sena, fue reconocido como maestro destacado en la institución donde trabaja; actualmente está culminando la especialidad en Innovación y Tecnología Educativa, además, de pertenecer a los Semilleros de Investigación del ISFODOSU. Apuesta siempre a la mejora continua, es creyente de Dios y disfruta de la compañía de sus hijos, ama pasar tiempo con su familia.

“Ser egresado del ISFODOSU me ha permitido ejercer mi profesión con orgullo y decir a boca llena en qué institución fui formado”, concluyó Antonio Javier García.

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