Solidario y optimista, así se define Natanael Martínez Mejía oriundo de los Almácigos, uno de los parajes del Distrito Municipal de la Canela, en Santiago de los Caballeros, quien tuvo una niñez precaria por la crisis que azotaba a su familia.
La fe en Dios le ayudaba a seguir hacia adelante sin importar la inestabilidad económica que vivían. Natanael tuvo que vender helados y limpiar zapatos para llevar un sostén a su casa. Su hermosa familia está compuesta por sus tres hermanos Nairobi, Samuel y Mariano, sus padres Mariano Martínez y Micaela Mejía.
Realizó sus estudios primarios en el Centro Educativo Francisco de Jesús Ramos, mientras que los secundarios en el Liceo Esperanza Milena Martínez.
A la edad de 15 años fue escogido como uno de los mejores beisbolistas por dos años seguidos, pero su camino se vio afectado al sufrir una lesión en el brazo derecho con el que lanzaba en los juegos, justo cuando estuvo a punto de firmar un contrato millonario con uno de los equipos.
Más adelante, su amigo Domingo Ortiz quien era director en la Escuela Verónica del Carmen Cabreja, le motivó a estudiar educación en ISFODOSU por el alto prestigio que posee esta alta casa de estudios.
Natanael Martínez para el año 2013 inició sus estudios de licenciatura en Educación Primaria mención Lectoescritura e iniciación a las Matemáticas, en el recinto del Instituto Superior de Formación docente Salomé Ureña (ISFODOSU), en Santiago, Emilio Prud´ Homme (EPH), y culminó en octubre del año 2016 con un reconocimiento al mérito profesional.
“Me siento agradecido de estudiar en ISFODOSU, porque me facilitaron todos los recursos para formarme como profesional de la educación, y al finalizar la carrera me regalaron mi anillo de graduación”, agregó.
Después de graduarse consiguió un empleo como bibliotecario en el Instituto de Desarrollo Integral Leonardo Da Vinci, en Santiago. Para el año 2017 tuvo que abandonarlo al ganar el concurso de Oposición Docente del (MINERD), y que luego fue nombrado como maestro en el Centro Educativo Lidia Antonia Luciano Liz.
“Para mí, ISFODOSU es la mejor universidad del país en la formación de docentes. La describo como un gran hogar para quienes quieren tener una familia”, concluyó agradecido Martínez.
