Vangelis Yaneydi Roche Rijo nació en la ciudad La Romana, en un entorno amoroso, de atención y seguridad por parte de sus familiares y amigos. Le encantaba jugar y participar en muchas actividades. Realizó sus estudios primarios y secundarios en el Centro Pedagógico Infantil Los Archies y en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús, respectivamente.
La separación de sus padres fue un evento que marcó su vida y afectó su bienestar emocional. Con el tiempo, como familia salieron adelante, superando el dolor y creciendo unidos.
“Actualmente la relación con mis familiares más cercanos es muy amena, porque somos de los que estamos presentes en momentos puntuales. El mismo afán de la vida dificulta vernos mucho, pero nos apoyamos y el cariño siempre está presente. Gracias a ellos soy una mujer incansable; proactiva, determinada, optimista y empática. Me defino como una guerrera de la vida, creo que todo es posible y lucho por la felicidad de mi gente”, cuenta Vangelis.
Mientras cursaba secundaria, Yaneydi esperaba con ansias las clases del maestro Apolinar Rondón, porque impartía la clase de manera distinta y despertó en ella el arte de enseñar. Es él quien le recomienda estudiar en el ISFODOSU, por la formación de calidad que ofrece.
Luego de la recomendación e investigaciones, Roche decidió ingresar al recinto Juan Vicente Moscoso, JVM, en San Pedro de Macorís, donde dice haber encontrado un personal capacitado, programas y diplomados para formar estudiantes de excelencia para mejorar la educación del país.
“Escogí la Licenciatura en Primaria Segundo Ciclo porque entiendo que es desde la niñez que debemos comenzar a inculcar la libre expresión, autonomía y confianza en sí mismos. Yo quiero enseñarles a explotar su potencial y trabajar por lo que les guste, sin importar lo que piense la sociedad”, menciona Rijo.
Durante sus estudios, ha enfrentado diversas situaciones, pero el deseo como docente de estar en las aulas le ha dado fuerzas para levantarse y continuar. Para ella, pertenecer al ISFODOSU, específicamente al recinto JVM, significa ser disciplinada; responsable, puntual, solidaria, comprometida con el país y la educación, donde se espera un comportamiento ideal, como docente ejemplar.
Para Rijo, estudiar en el recinto JVM es un privilegio; desde ver el esfuerzo de las autoridades para que todo marche bien, hasta los docentes que dejan sus huellas, apegados a los valores para ser un ser humano íntegro, profesional, con ética y excelencia.
“Lo que más me gusta de la carrera es poder formar personas que también me forman. Ver cómo mi vida está en constante aprendizaje, porque tenemos mucho para darles a los estudiantes y ellos para darnos a nosotros”, relata Vangelis.
Yaneydi disfruta de su tiempo libre practicar idiomas; ver documentales, películas, leer y escribir ensayos, tomar cursos en línea, compartir con sus amigos y los juegos de mesa. Se identifica con la frase: “Cree en ti y en lo que eres. Sé consciente de que hay algo en tu interior, que es más grande que cualquier cosa”.
Hoy en día, tiene 21 años y recuerda con mucha estima que su maestro de matemáticas, José Ramón Mota, le invitó a participar de las Olimpiadas Internas e Inter-recintos de Matemáticas, donde salió victoriosa, dejándole como experiencia que la convicción y el esfuerzo personal superan dificultades.
“Llevo tres años y 6 meses en el Recinto JVM y tuve la oportunidad de viajar a Costa Rica en agosto del 2023, gracias al programa de Movilidad Estudiantil del ISFODOSU y la Organización de Programas Internacionales de Educación Intercultural, AFS. Visitamos la Universidad Nacional de Costa Rica, las Aguas Termales de San Carlos y el Colegio Bilingüe Jorge Volio Jiménez. Fue una experiencia completamente significativa; donde descubrí que hay que ser personas antes que docentes; conocí estrategias innovadoras y diferentes formas de enseñar, que pueden mejorar la realidad de nuestro sistema educativo y otras cosas de gran valor”, menciona Roche.
Rijo ha sido reconocida por tener uno de los índices generales más altos del Recinto JVM. También, por obtener la calificación más alta en el diplomado de inglés y ganar la Olimpiada Interna e Inter-recintos de Matemática 2023 en segundo lugar. Tiene contemplado hacer varias maestrías, como la de gestión educativa, también sueña con tener un doctorado en educación.
“Defino un buen educador como aquel que no solo trasciende en la parte académica; sino también, en la integral. Es quien alienta, motiva y contagia el amor por aprender y formarse cada día. Ese quien actúa con honestidad y no busca imponer sus creencias, sino que respeta las diferencias individuales y ajusta sus métodos a la realidad de los estudiantes”, culmina Yaneydi.
RL