Procedente de una familia cristiana, unida y armoniosa, que desde pequeño le inculcó valores éticos y morales, recibe su apoyo constante en su sueño de ser docente. Romely Andrés Ramírez Agramonte es el único de su hogar que se dedica a los estudios universitarios.
Es hijo del señor Romelio Ramírez Sánchez y Dilenia María Agramonte Batista quienes viven junto a sus hermanos: Romelia Estéfanis, Estanly Manuel, Ángel Luis, Dilenny María en Villa Mella Santo Domingo Norte.
Mientras estaba en el seminario un sacerdote le comentó “Romely, usted se daría muy buen docente si se dedica a la enseñanza”, frase que también escuchó de su maestra de Literatura. “Desde ese momento me puse como meta ser maestro, saliendo del seminario no dudé en inscribirme en ISFODOSU”, expresó emocionado el joven estudiante.
Previo a su ingreso en ISFODOSU, Romely Andrés fue Seminarista mayor en la Diócesis de San Juan de la Maguana, para su formación en filosofía religiosa hubo de trasladarse a residir en Santiago, sin embargo, por razones personales este proceso se vio interrumpido.
El 6 de enero del 2019 a sus 20 años, se matriculó en Educación Física en el Recinto Urania Montás de ISFODOSU, en San Juan de la Maguana, a medida que avanzaba en su formación adquiere las competencias necesarias para ser un digno representante de la Pedagógica Dominicana.
“Antes de entrar al Instituto conocí a una maestra egresada de este mismo recinto, me habló muy bien de ISFODOSU, de cómo preparan a sus estudiantes. Aquí me brindaron la oportunidad de quedarme en la Residencia Estudiantil y vivir en San Juan, lo que me ahorraría tiempo y recursos, ya que soy nativo de Azua de Compostela”, destacó Romely.
Para Romely, un buen educador es aquel profesional que si llegara a faltar se perdería el balance en el mundo, todo quedaría en el vacío. Ellos y nadie más son los que han pasado el conocimiento a lo largo de la historia.
Desde marzo de 2020 es el representante estudiantil ante el Consejo Académico del recinto. Contempla terminar sus estudios a finales de diciembre del 2022, mientras disfruta fuera de clases jugar voleibol con los demás en la cancha, tocar guitarra, cantar y escribir.
“Les invito a todos aquellos que quieren ser maestros, a no olvidar jamás que la gloria de un docente es poder crear y dar a los estudiantes el placer de amar el aprender. Jamás duden de lo que quieren, no se conformen con lo mínimo, porque sin ambición de ser un buen profesional, nos quedaríamos como uno más del montón”, concluyó Romely Andrés.
