Padre de tres hijos y el mayor de tres hermanos, oriundo de una sección llamada Las Fajas, del Municipio de San Pedro de Macorís, el colaborador Miguel Ángel Sosa Sosa continúa su preparación profesional mientras se dedica a su labor de contador en el recinto de ISFODOSU en San Pedro de Macorís, Juan Vicente Moscoso, JVM, de donde es egresado como Maestro Normal Primario.
Desde muy joven descubrió su pasión por el magisterio y por “los números”, gracias a la influencia que recibió de parte de uno de sus amigos que ejercía la contabilidad. Su vocación por enseñar lo llevó en el año 2002 a impartir docencia de matemáticas y contabilidad en el colegio Cristo Rey y después se dirigía a tomar sus clases de Contabilidad en la Universidad Central del Este, (UCE). Su anhelo por formar parte de ISFODOSU se hizo realidad cuando en el año 2004.
Como resultado de su trayectoria laborando en la Institución y producto de sus esfuerzos, el colaborador y docente, dirige orgullosamente el Departamento de Contabilidad del recinto JVM.
“Lo que más me gusta de trabajar en ISFODOSU es el aprendizaje que voy teniendo en el área que me desempeño, para mí ha sido una escuela, porque no hacemos nada con tener conocimientos y no ponerlos en práctica o poder ayudar a otras personas”, puntualizó emocionado Sosa Sosa.
Su deseo por seguir preparándose. No se detuvo y a sus 35 años decidió continuar su formación académica con una maestría en Gerencia Financiera en la UCE y, actualmente se encuentra cursando el sexto semestre de la Maestría en Contabilidad Tributaria en modalidad virtual de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Además, le gusta motivar positivamente a los demás, ya que utiliza sus redes sociales para que otras personas aprendan a ver las oportunidades en cualquier circunstancia e incentiva a sus alumnos a que se formen y puedan incorporarse en el mercado laboral.
“Me defino como una persona humilde, colaboradora, solidario y aficionado del baloncesto. Considero que no hacemos nada con pasar por este mundo sino dejamos huellas en otras personas, porque no debemos vivir para satisfacer el ego, si los que están a nuestro alrededor no pueden percibir nuestros valores” precisó con orgullo Miguel Ángel.