Medelin Judit Yan Justo finalizó su Licenciatura en Educación Inicial en el 2024, como egresada Summa Cum Laude y con la satisfacción de haber alcanzado una de las metas más importantes en su vida.
Es una egresada destacada porque mantuvo durante toda la carrera uno de los mejores índices cuatrimestrales y recibió reconocimientos que le motivaron a seguir creciendo.
“Ser egresada del Recinto Juan Vicente Moscoso es un orgullo y un compromiso. Representa años de esfuerzo, aprendizaje y formación en una institución que realmente prepara docentes con vocación”, dijo la Mtra. Yan Justo.
Como oriunda de San Pedro de Macorís, eligió el recinto JVM del Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña, ISFODOSU porque sabía que allí recibiría una formación integral, con énfasis en la práctica, la reflexión pedagógica y la innovación en el aula y además quería prepararse para ser una docente de calidad y hacer una diferencia en la vida de sus alumnos.
Actualmente ejerce como docente en el Centro Educativo Praxis en Bávaro, Punta Cana y cada vez que entra a un aula, lleva consigo los valores y enseñanzas que adquirió en el ISFODOSU, y se esfuerza por ser la maestra que soñó ser.
Además dijo que se siente reconocida como docente por ser egresada del JVM, ISFODOSU, ya que este, tiene un gran prestigio y sus egresados son valorados en el ámbito educativo.
Yan eligió Educación Inicial porque le apasionaba el mundo de la primera infancia, el impacto que tiene en el desarrollo de los niños y le atrae la manera en que exploran y aprenden a través del juego, la curiosidad y la interacción.
“Sabía que podía impactar positivamente en mis estudiantes porque esta etapa sienta las bases del aprendizaje futuro, fomenta la creatividad y fortalece la autoestima. Disfruto la creatividad que requiere esta especialidad, usando cuentos, canciones y experiencias lúdicas para hacer del aprendizaje una aventura significativa”, agregó la egresada.
Nos cuenta que ingresó al ISFODOSU con 19 años, llena de expectativas, ilusiones y el deseo de prepararme para ser la mejor docente posible.
“Como todo camino de crecimiento, mi etapa universitaria tuvo sus desafíos. Enfrenté momentos de cansancio, presión académica y situaciones personales que me exigieron dar lo mejor de mí. Hubo días de desvelos, sacrificios y mucha dedicación, pero cada esfuerzo valió la pena. Aprendí a ser resiliente, a organizarme y a nunca perder de vista mi meta: convertirme en una excelente docente”, manifestó Yan.
Lo que más le gusta de su carrera es tener la posibilidad de transformar vidas a través de la educación. Poder acompañar a los niños en su desarrollo, ver cómo descubren el mundo y ayudarles a construir su aprendizaje es una experiencia invaluable.
Exhortó a los jóvenes futuros egresados del ISFODOSU, a educar a sus estudiantes con amor, paciencia y compromiso, porque habrá desafíos, pero también muchas satisfacciones, ya que según ella, no hay nada más gratificante que ver el brillo en los ojos de un estudiante cuando aprende algo nuevo.
“Un buen educador es aquel que enseña con el corazón, que inspira a sus alumnos y que nunca deja de aprender. Es alguien que acompaña, guía y fomenta el deseo de aprender en cada niño”, afirmó la egresada del Recinto JVM.
Yan expresó que recomendaría al ISFODOSU, por ser una institución comprometida con la excelencia y la formación de docentes con vocación y amor por la enseñanza.
EC
