Lenny José Gil Sosa, egresado EPH: “Ser egresado del ISFODOSU me ha permitido desarrollar competencias claves que son altamente valoradas en el ámbito educativo, generando oportunidades que han enriquecido mi formación profesional”

por Rafael Paulino
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Gracias a la esencia que le caracteriza, los estudiantes lo han denominado “El Profe Dinamix”, por ser dinámico, creativo y enérgico, siempre enfocado en hacer del aprendizaje una experiencia divertida y significativa. Esta es la historia del Mtro. Lenny José Gil Sosa, egresado del Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña, ISFODOSU.

Lenny nació en el municipio de Cotuí, provincia Sánchez Ramírez, en un ambiente hermoso y difícil, enfrentando situaciones familiares que le hicieron madurar a temprana edad y ser el hombre que es hoy.

Actualmente mantiene una relación muy buena con su familia, basada en la comunicación efectiva y el apoyo mutuo. Estos lazos lo han convertido en una persona apasionada, dedicada y responsable. Su carisma, vocación de servicio, honestidad y entrega le han permitido desempeñar sus labores de manera particular.

“Desde mis años de secundaria, tuve la oportunidad de participar en experiencias como ´maestro por un día´ y ´director por un día´, lo que despertó en mí una gran pasión por la enseñanza. Decidí que quería estudiar educación y busqué opciones fuera de mi localidad. Al conocer el ISFODOSU, una institución dedicada exclusivamente a la formación docente, supe que era la mejor opción para mí”, cuenta el Prof. José.

Ingresó al recinto en Santiago, Emilio Prud’Homme, EPH, a los 19 años, en la carrera de Matemáticas. Luego cambió a la licenciatura en Educación Primaria Segundo Ciclo, enfrentándose a un lugar desconocido, sin familia y sin recursos.

“Ser egresado de ISFODOSU me ha permitido desarrollar competencias clave que son altamente valoradas en el ámbito educativo, generando oportunidades que han enriquecido mi formación profesional”, relata José.

Tuvo la fortuna de contar con excelentes profesores, uno de los que más le marcó fue el maestro Severiano Humberto Pichardo, quien desde el primer día de clases llegó con dinámicas infantiles y una energía contagiosa, lo que convirtió esa jornada en una de las mejores experiencias de su vida académica. La creatividad y empatía del profesor lo inspiraron a seguir su ejemplo y esforzarse para que las clases sean espacios divertidos y enriquecedores para sus estudiantes.

El egresado siempre ha creído que a través de la enseñanza se puede contribuir a la formación de niños íntegros y dejar una huella positiva en sus vidas. Por esta razón, lo que más disfruta de su profesión es la conexión con los estudiantes, tener la posibilidad de ganarse el corazón de los niños, reír con sus ocurrencias y, sobre todo, saber que puede marcar la diferencia en sus vidas, es lo que le motiva cada día.

“Definitivamente el ISFODOSU es la mejor institución para la formación de maestros en el país. Su enfoque exclusivo en la educación garantiza una formación de calidad, además de brindar múltiples beneficios, como la movilidad estudiantil. Gracias a esto, tuve la oportunidad de viajar a Colombia por 15 días, fue una experiencia invaluable”, confirma Gil.

En su tiempo libre, Lenny asiste al gimnasio, participa en actividades pastorales en la iglesia y le gusta cantar en karaoke. Reside en el sector Ensanche Libertad, provincia de Santiago. Está interesado en realizar una maestría en Tecnología Educativa, enfocada en el uso de entornos virtuales y la inteligencia artificial aplicada a la educación.

Durante la formación universitaria, fue reconocido en varias ocasiones por las calificaciones sobresalientes, fue galardonado como «Estudiante Destacado”. En su primer año como docente en el sector privado, recibió el reconocimiento como «Maestro del Año» en el Colegio Honor, Bienestar y Sabiduría, HBS.

Su consejo para los jóvenes que quieren ser docentes es que luchen por la profesión y se esfuercen por dar lo mejor de sí mismos y no conformarse con ser uno más del montón. Entiende que la educación requiere vocación y entrega, por lo que es fundamental mantenerse firme ante cualquier adversidad.

“Un buen educador es entregado, dedicado, responsable, valiente y empático. Más que un maestro, es un amigo y un guía que busca la manera más idónea de ejercer su profesión con amor y criterio. No se limita a transmitir conocimientos, sino que también inspira, orienta y motiva a sus estudiantes a desarrollar su máximo potencial”, expresó el Prof. Gil Sosa.

RL

 

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