Transcurría el año 1989 cuando Idalina González Peña inició su primer trabajo como docente en la Escuela Unidocente, ubicada en la zona rural de la provincia de San Juan de la Maguana; con dos meses de diferencia también se convirtió en madre, tareas que fusionó para cumplir con ambas responsabilidades.
33 años de carrera docente la han hecho sentirse satisfecha porque junto a su familia ha seguido adelante y considera que aún le falta mucho por dar y recibir.
“En mis años de estudiante enfrenté situaciones difíciles por las precariedades económicas y temas familiares que amenazaban la conclusión exitosa de mis estudios. Lo que no fue para mí un obstáculo para abandonar mi sueño de ser docente, porque siempre estuve convencida que “solo la educación ofrece el puente para una movilidad social digna, ética y honorable”, destacó Idalina.
Ya para el 1996 realizó Estudios Superiores en Educación Básica, en la Universidad Central del Este (UCE), obteniendo en 2004 la Licenciatura en Educación Básica en el ISFODOSU, Recinto Urania Montás (UM), donde también cursó una Especialidad en Gestión de Centros Educativos.
En el año 2009 ingresó como docente contratada para el área de psicopedagogía en el UM, ingreso que fue validado por su participación y aprobación en el concurso de elegibles, realizado por la institución el 14 de septiembre del año 2010, en el área de Gestión Educativa. En la actualidad estudia el doctorado en Currículo y Evaluación en la Atlantic International University.
“Pertenecer al cuerpo docente del ISFODOSU, representa un gran logro y me da la satisfacción de la meta alcanzada. De igual manera me hace sentir que le cumplí a mi madre, siempre esperó verme como profesora en esta institución, para ella era el mayor logro de un docente en esta provincia. Hoy no está conmigo, pero puedo decirle que lo logramos”, expresó nostálgica la maestra Idalina.
Además de ser docente de ISFODOSU, realiza otras funciones asociadas a la formación como facilitadora de talleres sobre planificación de procesos educativos, e imparte docencia en las universidades Central del Este (UCE) y Católica Santo Domingo (UCSD).
“Cuando comparo el nivel de satisfacción personal con el trabajo docente en ISFODOSU y otras universidades, llego a la conclusión de que ISFODOSU es mi casa, no veo la actividad docente como un trabajo, más bien, es el espacio donde me siento útil, socializo, creo escenarios de aprendizajes e interactúo con docentes y alumnos”, manifiesta la orgullosa docente sanjuanera.
Tuvo una niñez desarrollada en un hogar unido, amoroso y con alto sentido de valores éticos y morales. Es madre de cuatro hijas, que representan su razón de vida, mayor orgullo, mujeres profesionales a las que describe como su “mejor obra”, porque son personas de bien que iniciaron sus vidas con un alto sentido de responsabilidad.