Vivió su primera experiencia cercana a la docencia cuando impartía el catecismo a los niños más pequeños en su parroquia.
Desde pequeña le ha gustado la educación. A los 15 años, Fania Méndez Báez, ya hacía de profesora suplente, porque maestros de su comunidad le solicitaban periódicamente cubrir algunas horas de clases.
Fania Méndez Báez, es oriunda de la provincia de Azua, inició la primaria a los 6 años en la Escuela Santa Teresa de Jesús, guiada por una maestra que recuerda con gratitud y culminó el bachillerato en el Liceo Sabana Yegua, en la comunidad azuana del mismo nombre.
Se mudó a Santo Domingo en el año 2003. Mientras cursaba la Licenciada en Educación Mención Lengua Española de la Universidad Abierta Para Adultos, UAPA, recuerda que una maestra le animaba constantemente a seguir adelante en su carrera, para insertarse en el sistema educativo privado ante la dificultad de criar como madre soltera a sus hijas. Luego, obtuvo su titulación en la Maestría en Lingüística Aplicada a la Enseñanza de Lengua Española, de la Universidad Católica Nordestana, UCNE, en el año 2017.
Antes de comenzar su periplo en ISFODOSU, Fania tenía buenas referencias de la heredera de las Escuelas Normales y siempre quiso trabajar directamente con la formación del profesorado, haciéndolo desde las aulas donde ocurre el cambio.
Inició en el recinto en Santo Domingo, Eugenio María de Hostos, EMH, en septiembre del año 2021, posterior al confinamiento causado por la pandemia del COVID-19. Describe su estadía como un sueño hecho realidad y actualmente imparte asignaturas en Pedagogía, Lengua y Literatura, Expresión Oral y Escrita, Fundamento de Currículo, entre otras.
“Siempre quise colaborar con la educación. Veía la necesidad en Lingüística y la producción escrita. La Lengua Española es como la madre de todas las áreas, para comunicarse, hablar, leer, escribir y quería trabajar en el área para dar lo mejor de mí”, afirma la profesora.
Comenzó laborando como parte del cuerpo de maestros que imparten talleres PREPA-K a los jóvenes que aspiran a ingresar en la carrera. Describe que veía siempre la diferencia de los maestros de ISFODOSU y notó la disciplina, responsabilidad y amor por la enseñanza que ostentan, Siente orgullo por la institución.
La docente Méndez exhibe con alegría lo que aprende de los estudiantes, sus necesidades, fortalezas, porque el educador se educa y la transformación en sus vidas de educación es evidente, mientras se va creando en ellos un perfil docente.
“Les hago ver que el docente es de una sola cara. Usted enseña donde quiera que esté. A diario le hago saber a los alumnos la importancia de estudiar aquí y de la carrera de educación. Los invito frecuentemente a enfocarse y hacerles ver que no pierdan su norte”, dice la docente.
Con orgullo hace mención algunos aspectos relevantes que observa en la vida de la casa de altos estudios como el impacto en los alumnos que ingresan, la unidad que exhibe el personal en la institución, además del respeto de maestros y estudiantes, que recalca como puntual y positivo en el diario vivir del ISFODOSU.
Ha impartido clases en la Universidad Tecnológica del Sur, UTESUR. En el plano académico, Fania se autodescribe como una persona que vela por la educación de los alumnos bajo el respeto.
En su tiempo de ocio le gusta la lectura, compartir con la familia, hacer ejercicios, realizar caminatas. Actualmente reside en el municipio Santo Domingo Este.
Finaliza diciendo que “un educador ideal debe tener vocación por la enseñanza, una formación integral en valores y debe estar abierto a los cambios, porque el docente debe estar preparado para seguir avanzando.
FP