Alneiris Del Carmen Reynoso, estudiante JVM“Un buen educador es una persona que da la vida por sus estudiantes”

por Rafael Paulino
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Desde que tiene uso de razón Alneiris Del Carmen Reynoso ha sentido el deseo de ser maestra, tanto así que siendo niña, en el patio de su casa y de su abuela, impartía clases a sus amiguitos del barrio, porque asegura que nació para ser luz y guía.

Alneiris escuchó del ISFODOSU, específicamente el recinto en San Pedro de Macorís, Juan Vicente Moscoso, JVM, gracias a su amiga Darlin que estudió en él y le motivó a ser parte.

En la actualidad, cursa el octavo cuatrimestre de la Licenciatura en Educación Primaria Segundo Ciclo y considera que la casa de altos estudios forma maestros de excelencia.

“Antes de pertenecer al Recinto JVM, yo impartía clases en el Colegio San Gabriel y con mi amiga Darlin comprobé que aquí se forman los mejores docentes de calidad que requiere el sistema educativo. Me di cuenta que trabajar con adolescentes se me hacía fácil y el proceso de enseñanza-aprendizaje es más eficaz”, relata Reynoso.

Para ella, el estrés académico y la adaptabilidad no han sido fáciles, porque estudiar en el ISFODOSU requiere ajustarse a un enfoque educativo centrado en la pedagogía, siendo muy diferente a la educación tradicional que se ve en las escuelas y liceos.

Alneiris considera que ser estudiante del recinto JVM significa ser parte de una comunidad comprometida con la excelencia académica de los estudiantes y representa la oportunidad de expandir sus horizontes, desafiar los límites y contribuir a los conocimientos en el campo de estudio.

“El recinto JVM me ha marcado profundamente. Primero, haber aprobado cada examen e ingresar aquí ha sido gratificante, también encontrar maestros inspiradores y estudiantes motivadores que han contribuido a que mi proceso de enseñanza-aprendizaje sea más eficaz y llevadero”, afirma Del Carmen.

La joven estudiante de 20 años es nacida y criada en el municipio Consuelo, provincia de San Pedro de Macorís, es aventurera, le encanta conocer el país, contempla realizar una maestría y diplomados fuera del país. Le motiva impartir docencia en el recinto JVM. Lo que más le gusta de la carrera es estar cerca de los niños, poder transmitirles los conocimientos, aprender de ellos, porque los niños son muy curiosos, espontáneos y viven en constante aprendizaje.

“Durante mis primeros cuatrimestres en el recinto JVM, me tocó hacer un portafolio de evidencias, durante la asignatura de matemáticas del maestro que le decimos cariñosamente Mon. Él calificó mi asignación con una nota sobresaliente y lo tomó como referencia para los próximos estudiantes. Eso me llenó de orgullo”, dice entusiasmada Reynoso.

Para los jóvenes que quieren ser docentes, les aconseja que luchen por sus sueños, a no limitarse y a buscar una buena institución para estudiar y ser maestros de excelencia, obtener una amplia gama de conocimientos, formarse y que les ayuden con la motivación, como el ISFODOSU.

Define al ISFODOSU con la palabra excelencia, porque desde el primer día hasta ser egresado, se mantiene un perfil de persona magnífica en lo académico, personal y social.

“A mi entender, un buen educador es una persona que da la vida por sus estudiantes y se entrega para que aprendan toda la vida”, culmina Alneiris.

RL

 

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