Pedro Antonio Diep Vargas es oriundo de la provincia de Santiago de los Caballeros. Su crianza se desarrolló en los años 50, con necesidad, pero con actividades divertidas que desarrollaban su capacidad creativa para hacer carritos de madera, guantes de lona, pelotas de goma, radio con piedra galeno, entre otras curiosidades de los niños propias de la época.
“Soy un soñador despierto, proactivo, visionario, comprometido con mis palabras y con mis acciones. Gracias a la dirección espiritual del Padre Juan Montalvo, de la Compañía de Jesús y la experiencia de trabajo en el Centro de Formación Acción Social y Agraria, CEFASA, crearon en mi conciencia, para transformar la sociedad a través de la educación”, dice Pedro.
Realizó dos licenciaturas, una en Filosofía Pura y otra en Educación, mención Filosofía y Letras. También realizó una maestría en Administración de la Educación en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, PUCMM.
Antonio tiene 27 años en el sistema educativo, ejerciendo como docente, de los cuales ha dedicado 17 al Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña, ISFODOSU, en sus recintos en el municipio Licey Al Medio, Luis Napoleón Núñez Molina, LNNM y en Santiago, Emilio Prud’Homme, EPH.
“Ser docente en ISFODOSU, para mi, significa la renovación permanente de la vocación de maestro. Es una marca indeleble, me hace sentir eternamente joven, cada día se agiganta mi compromiso con la formación del maestro que necesita nuestro país para seguir avanzando por el sendero hacia una nación cada vez más próspera”, relata el docente.
En la actualidad, Pedro imparte las asignaturas de filosofía general, ética profesional y otras en el área de pedagogía en el ISFODOSU. También se desempeña como director regional de Educación, director general de Bellas Artes en Santiago. Es el creador de la Feria Pedagógica y Científica en el recinto LNNM, fundador del Instituto de Estudios Avanzados IEA, director académico y asesor de la Vicerrectoría Ejecutiva del recinto LNNM.
Ha dado clases en la PUCMM, Universidad Abierta para Adultos, UAPA, Universidad Dominicana Organización & Métodos, O&M, Universidad Federico Henríquez y Carvajal, UFHEC y Universidad de los Trabajadores de América Latina, UTAL, en Venezuela.
En su tiempo libre, Pedro disfruta de la lectura, restaurar y reciclar, crear nuevos objetos y equipos, entre otras actividades. Se siente identificado con la frase: “El buen maestro deja huella para la eternidad; nunca puede saber cuándo se detiene su influencia”, del historiador estadounidense Henry Adams).
“Soy de las personas que piensa que siempre hay que seguir aprendiendo y actualizarse. Por eso quiero concluir el doctorado en educación que estoy realizando en la Universidad de Murcia, España, porque el saber no pesa y es muy importante en todos los ámbitos de la vida”, afirma Diep.
Su consejo a los jóvenes que quieren ser docentes es que, antes de tomar la decisión, realicen un ejercicio de San Agustín, “introspección”, mirarse hacia dentro y tomar conciencia que ser maestro es la expresión más auténtica de la vocación de servicio, entrega, compromiso social. Para él, un maestro es el constructor del futuro de una sociedad, agente de cambio, un sembrador.
“Defino a un buen educador como un agente de cambio, éxito y desarrollo para sus estudiantes”, enfatizó el docente.
Ha recibido reconocimientos como Medalla al Mérito “Ercilia Pepín”, del Ayuntamiento de Santiago, Profesor Meritorio, de la UAPA, Formador de Docentes del Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional, INFOTEP, Liga Estudiantil de Baloncesto de Santiago “LEBS”, por su apoyo brindado, entre otros.
RL