Nacido en el año 1995 en San Cristóbal, desarrolló los primeros años de su niñez en la localidad de Los Cacaos, y posteriormente concluyó sus estudios secundarios en el Liceo Antonio Garabitos del municipio Cambita Garabitos de la referida provincia.
El hoy Licenciado Grisleandro Amador Pérez destaca su condición de hijo de ISFODOSU, por ser parte de su cuerpo de colaboradores y egresado, hace 4 años, del Recinto Eugenio María de Hostos.
Proveniente de un seno familiar humilde, narra los traspiés que afrontó antes de iniciar su carrera universitaria. Tuvo que enfrentarse al deseo de su padre quien le pedía que se encargara del negocio familiar.
“Antes de empezar a estudiar no tenía los recursos económicos para comenzar una carrera universitaria, ni el apoyo de mi padre para realizarme. Él quería que continuara con el negocio familiar, administrar el colmado que tenía pero, yo quería estudiar”, afirma Grisleandro.
Ingresó a estudiar a ISFODOSU en el año 2015, con 20 años de edad, con el firme propósito de superarse y dejar una huella digna de seguir y ser ejemplo para su generación.
Se define como una persona valiente, esforzada, apasionada por lo que ama y que persevera en lo que desea alcanzar, también le motiva enfrentar los retos sin importar qué tan grande sean o qué tan difícil resulte el camino.
Grisleandro actualmente tiene 28 años y labora como Encargado de la División de Admisiones del Recinto EMH, y en su tiempo libre participa como cantante y evangelizador en una Iglesia Cristiana.
El joven Pérez Amador asumió esta posición, luego de laborar para la Dirección Académica del Recinto EMH, cargo que ocupaba desde el año 2020.
Actualmente, imparte talleres de inducción a los bachilleres de nuevo ingreso que se encuentran en el proceso de nivelación académica de cara a iniciar la licenciatura. También hace acompañamiento y soporte en el uso de la plataforma Moodle a quienes toman clases bajo modalidad preparatoria para la Prueba PAA mediante el curso PREPA K12.
Asegura que la parte que más disfruta de su carrera es que el docente es un impulsor social que da vida a todas las otras áreas del saber. Estos principios acompañaron al joven a graduarse en el año 2019, y a llevar consigo su título de Licenciado en Educación Física con mención de honor Summa Cum Laude.
Dice sentirse muy agradecido por su ingreso como colaborador del mismo Recinto, trabajo que inició en enero del año 2020, pocos meses después de su graduación.
Considera que un buen educador es un ente social capaz de dejar huellas, pasión y superación en sus estudiantes.
En su tiempo libre realiza caminatas, canta y escucha música. Como motivación a otras personas, las invita a buscar la excelencia en todo lo que hagas y actuar agradeciendo por todo.
“No puedes dar lo que no tienes y, en este mundo donde el conocimiento es tan basto y accesible se necesita de un buen corazón”.
FRANTHELY PACHECO G.
